La vitamina D3 desempeña un papel fundamental en la salud y el bienestar de los reptiles, al igual que en otros animales. Esta hormona es esencial para el metabolismo mineral y el desarrollo óseo de los reptiles. Una de sus funciones más significativas es potenciar la absorción de calcio por los intestinos. Sin suficiente vitamina D3, los reptiles no podrían absorber eficazmente el calcio de la dieta, lo que es crucial para su salud ósea y su bienestar general.

La síntesis de vitamina D3 en los reptiles es un proceso único estrechamente ligado a su exposición a la radiación UV-B de la luz solar. Cuando los reptiles toman el sol o se exponen a luces UV-B, los rayos UV-B interactúan con el colesterol de su piel, iniciando la síntesis de vitamina D3.
 
Este método natural de obtención de vitamina D3 no sólo es eficaz, sino también más seguro para los reptiles. Aunque la vitamina D3 puede suministrarse mediante suplementos dietéticos, existe el riesgo de sobredosis, que puede provocar complicaciones de salud. En cambio, sintetizar vitamina D3 mediante la exposición a los rayos UV-B es un proceso más controlado y equilibrado, que reduce el riesgo de acumulación excesiva de vitamina D3.
 
Una vez sintetizada, la vitamina D3 activa la expresión de las proteínas responsables del transporte del calcio desde el interior del intestino, a través de las células epiteliales, hasta el torrente sanguíneo del reptil. Un actor clave en este proceso es la calbindina, un transportador de calcio bien investigado que garantiza que el calcio se traslade eficazmente a través de la célula epitelial intestinal.
 
La contribución más significativa de la vitamina D3 a la salud ósea de los reptiles es garantizar una proporción equilibrada de calcio y fósforo para una mineralización ósea óptima, evitando la Enfermedad Ósea Metabólica (EOM, MBD en inglés). Se trata de un término colectivo para una serie de trastornos relacionados con el debilitamiento de los huesos o el desarrollo óseo deficiente debido a desequilibrios en el calcio, el fósforo y la vitamina D3. Los reptiles afectados suelen presentar síntomas como huesos blandos o deformados, extremidades hinchadas, dificultad para moverse y, en casos graves, fracturas. La detección precoz y una intervención adecuada, que incluya ajustes dietéticos y garantice una exposición adecuada a los rayos UV-B, son vitales para la prevención y el tratamiento de la EOM.
 
Los receptores de vitamina D3 están muy extendidos en las células de los reptiles. La investigación en células cultivadas ha demostrado que la vitamina D3 tiene un profundo impacto en el crecimiento y la diferenciación de varios tipos de células. Esto sugiere que su papel en la fisiología de los reptiles va más allá del equilibrio mineral y la salud ósea. Por ejemplo, muchas células inmunitarias de los reptiles no sólo contienen receptores de vitamina D3, sino que también pueden producir vitamina D3 activa. Una deficiencia de esta vitamina puede hacer que los reptiles sean más susceptibles a las enfermedades y puede aumentar el riesgo de trastornos autoinmunitarios.